Empleado del SAMU en baja médica ejercía videncia, astrología y masajes de pago

Empleado del SAMU en baja médica ejercía videncia, astrología y masajes de pago

Un escándalo ha sacudido los servicios sociales de emergencia marselleses tras revelarse que un empleado del SAMU social había desarrollado un negocio paralelo mientras se encontraba oficialmente de baja por enfermedad. Este caso ilustra los límites éticos que deben respetar los funcionarios públicos y las consecuencias de su incumplimiento.

Las actividades paralelas descubiertas durante la baja médica

Philippe H., técnico del SAMU social de Marsella desde 2019, había convertido su período de incapacidad temporal en una oportunidad comercial. Durante su ausencia justificada por motivos de salud, el funcionario ejercía múltiples actividades remuneradas sin la autorización administrativa correspondiente.

La investigación interna reveló que este empleado, contratado inicialmente en 2002, había desarrollado un verdadero negocio de servicios esotéricos. Sus actividades incluían sesiones de videncia tarifadas, consultas astrológicas como médium y servicios de masoterapia, todos ellos ejercidos de manera completamente irregular.

Estas prácticas no se limitaban únicamente a su período de baja médica. El funcionario también las desarrollaba durante su tiempo parcial terapéutico, una medida destinada a facilitar su reincorporación gradual al servicio público tras problemas de salud.

Tipo de actividad Autorización requerida Estado
Videncia tarifada Declaración administrativa No autorizada
Consultas astrológicas Registro profesional Ilegal
Masajes terapéuticos Licencia sanitaria Sin permiso

El proceso disciplinario y sus fundamentos legales

La revocación definitiva del empleado se produjo el 1 de agosto de 2025, con efectos desde el 1 de septiembre. Esta decisión, tomada por el alcalde de Marsella, se basó en múltiples infracciones que constituían “faltas voluntarias y persistentes a sus obligaciones profesionales”.

El expediente disciplinario documentó varios elementos agravantes. En primer lugar, la insubordinación persistente del funcionario, quien había recibido múltiples advertencias previas sin modificar su comportamiento. Además, se estableció que había proporcionado declaraciones y certificados falsos a su jerarquía para encubrir sus actividades paralelas.

La administración identificó tres infracciones principales que justificaron la sanción máxima :

  1. Falta de transparencia hacia sus superiores jerárquicos
  2. Incumplimiento de la obligación de disponibilidad durante el servicio
  3. Daño grave a la imagen institucional de la colectividad pública

El tribunal administrativo, a través de su juez de medidas cautelares, confirmó la proporcionalidad de la sanción. Philippe H. había intentado recurrir la decisión, pero su petición fue desestimada la semana pasada, consolidando así la revocación definitiva de su cargo.

Las implicaciones para el servicio público y la deontología profesional

Este caso pone de manifiesto los conflictos de intereses que pueden surgir cuando los funcionarios públicos desarrollan actividades comerciales paralelas sin la debida autorización. La legislación sobre incompatibilidades en el sector público existe precisamente para evitar este tipo de situaciones que comprometen la integridad del servicio.

El SAMU social de Marsella, institución dedicada a la asistencia social de emergencia, vio comprometida su reputación por las acciones de uno de sus empleados. La confianza ciudadana en los servicios públicos depende en gran medida del comportamiento ejemplar de sus agentes, especialmente en sectores tan sensibles como la asistencia social.

La gravedad del caso reside también en el aprovechamiento de un período de baja médica para desarrollar actividades lucrativas. Esta práctica no solo constituye un fraude hacia la administración empleadora, sino que también representa un abuso del sistema de protección social destinado a garantizar la recuperación de los trabajadores.

Las actividades esotéricas ejercidas por el funcionario plantean además cuestiones sobre la regulación de estos servicios. Aunque la videncia y la astrología no están prohibidas per se, su ejercicio profesional requiere cumplir con obligaciones fiscales y administrativas específicas, aspectos que fueron completamente ignorados en este caso.

johana
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